Al igual que los Países Bajos surgieron de la lucha contra el agua, Gran Canaria ha adqui-rido su forma actual en la lucha contra los volcanes. El paisaje está atravesado por profundos cráteres y quebradas, y cubierto de palmeras, pinos y almendros. Son pocos los turistas que se han adentrado en el fascinante interior de Gran Canaria.

En la parte noroccidental los verticales acantilados se sumergen en el mar. Sus paredes yacen como la cola de un dragón en las cristalinas aguas. Desde el pintoresco pueblo de Puerto de las Nieves hacemos un paseo en barco. Al ver los negros acantilados con los antiguos ríos de lava, no es difícil imaginarse la erupción de un volcán. Junto al mar hay una piscina natural, construida con un mínimo de intervenciones. Cuando la marea está alta, las olas irrumpen en ella sin aviso, lo que no hace sino aumentar la emoción del bañista, mientras que a su vez, las rocas se prestan como trampolín.

Los auténticos canarios viven en cuevas

Dejamos atrás Playa del Inglés y Maspalomas, de sobra conocidos, y nos desplazamos hasta el interior y la costa noroccidental. El barranco de Guayadeque constituye un excelente punto de partida para pasear por los caminos reales. En el pasado este barranco estaba densamente poblado. La gente vivía en las incontables cuevas que horadan las paredes del barranco, que siguen siendo populares ‘habitáculos’. Pancho, morador de una de ellas: ‘Los españoles nos veían como salvajes. Dado que en las pendientes había poca tierra de cultivo disponible, decidimos vivir en cuevas. Además, son frescas en verano y cálidas en invierno.’ Nos invita a probar su queso casero. Para cuajar la leche los canarios emplean una flor. ‘Mucha gente vive de forma permanente en las cuevas. Para otros es una segunda residencia. Un canario de verdad siempre tiene su cueva.’

Más latinoamericana que española

Las Palmas de Gran Canaria, la capital, era, desde tiempos de Colón, el puerto de partida por excelencia a las Américas. La mejor manera de evocar el pasado es pasear por el centro histórico de Vegueta. Si prestas atención a la música y al vocabulario utilizado, plagado de vocablos latinoamericanos, uno se da cuenta de que Gran Canaria es más bien latinoamericana que española. ‘Somos canaméricos,’ puntualiza el camarero mientras sirve el vino. La playa urbana es la Playa las Canteras. Hoy, 24 de junio, la ciudad celebra su 533 aniversario. Es la fiesta del santo patrón San Juan. Esta noche los 150.000 habitantes se instalarán en la larga playa y a medianoche se zambullirán en las altas olas, bajo un cielo salpicado de fuegos artificiales, para entregarse más tarde al cubalibre. Un isleño: ‘Muy de vez en cuando viajo a la península, donde viven los godos. Pero prefiero quedarme aquí, porque allí solo hay tierra. Me produce sensación de ahogo. Necesito el mar, que aquí veo y siento continuamente. La tranquilidad del mar se ha instalado en la gente.

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Dit artikel is eerder verschenen in ESPANJE! (nummer 4, jaargang 2011) en de informatie kan achterhaald zijn. Auteur: Karin Anema. Vertaler: Nadine Münninghoff

Dit is een bewerkte versie van een Nederlands artikel dat eerder in ESPANJE! verscheen. De originele versie lees je hier.

Over de vertaalster:

Nadine groeide drietalig (Spaans, Catalaans en Nederlands ) op in Roses en kwam op haar 18e naar Nederland om Kunstgeschiedenis en Klassieke Archeologie te studeren. Hierna volgde ze de vertalersopleiding aan de ITV met Spaans als moedertaal.

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